Si estás dudando si comprar o no una bicicleta eléctrica, podemos ayudarte. Vamos a intentar romper los 4 tópicos de las bicicletas eléctricas con los que seguramente te has encontrado o vas a encontrarte cuando te plantees en serio el cambio.
Cuando ya hace casi dos años nos pusimos a la búsqueda de bicicletas nuevas en un mercado totalmente desabastecido por el furor ciclista de la pandemia, nos encontramos con mensajes super contradictorios que en ocasiones te quitaban la ilusión. Muchos de esos mensajes de desánimo, provenían de personas habituales de la bici que finalmente han acabado sucumbiendo por una asistida.
Desde luego, ahora podemos decir, que comprar nuestras bicicletas eléctricas fue la mejor de las decisiones. Pero para que te quede un poco más claro, vamos a desmontar brevemente esos 4 tópicos de las bicicletas eléctricas que a todos sus detractores les encanta recordarnos.
¡Allá vamos!
1.«Para lo caras que son y el mantenimiento que requieren, no merece la pena».
Está claro que baratas no son. Pero como en todo, hoy en día hay un amplio mercado en el que poder elegir no sólo lo que se adapta a tus necesidades deportivas, sino a tu bolsillo. Está claro que para salir por el carril bici los domingos con tus hijos, no hace falta una bici con doble suspensión y tija telescópica, ni siquiera necesitas una bicicleta eléctrica.
Algo que para nosotros resultó fundamental, fue centrar el tipo de bici que queríamos. Si no tienes claro para qué la quieres, por dónde te vas a mover y cuánto la vas a utilizar, es imposible centrar en un tipo de bicicleta. Una vez que sabes cuales son las características que tu bici debe tener para satisfacer todo eso que buscabas en ella, te recomendamos visitar varias tiendas de bicicletas. Al final, los profesionales del sector van a poder ayudarte a afinar todavía más si cabe en tu elección. Y en lugar de comprar algo muy caro porque el color es chulo (por ejemplo), comprarás algo que realmente vas a exprimir al máximo.
El mercado de segunda mano, también está bastante bien últimamente si tampoco tienes previsto gastarte mucho dinero.
¿El mantenimiento es caro? Pues no más que una bicicleta al uso. Has de tener las mismas precauciones y cuidados antes y después de cada salida. Eso sí, en las revisiones periódicas en un servicio técnico oficial, suelen ser un poquito más caras que las convencionales por el tema de revisión de motor, actualización de sistema y algunas cosillas más.
¿Merece la pena? Pues claro que sí. Pero este punto merece un post enterito.

2. «Yo sólo veo en bicicleta eléctrica a señores mayores que pueden hacer poco ejercicio».
En efecto, hay un gran número de señores mayores que llevan una bicicleta eléctrica, como un gran número de repartidores de empresas de reparto a domicilio, como seguro que alguna que otra persona que la utiliza exclusivamente para ir a comprar el pan.
Es evidente que la asistencia que ofrecen este tipo de bicicletas beneficia a aquellas personas con algún tipo de limitación por la condición que sea: edad, problemas de salud, situación física y funcional… Pero lo que has de preguntarte, ¿para qué la quieres TÚ? Olvídate del resto.
Créenos, lo vas a pasar genial y sobretodo vas a ser muy consciente de la sensación de haber completado los deberes físicos.

3. «No puedes organizar salidas muy largas porque la batería da muy poca autonomía».
La duración de la batería depende de varios factores según nuestra experiencia. Depende del desnivel de la ruta que hayas programado, de tu peso y del nivel de asistencia que desees a lo largo de la ruta.
Para que os hagáis una idea, con la misma batería en nuestras bicicletas eléctricas y la misma ruta (Orbea Monegros 2.022) a mi me sobraron casi dos niveles de batería y Jesús fue llegar a meta y apagarse la bici. En esta situación tuvo una clara influencia el peso de cada uno, puesto que el resto de parámetros fueron iguales o muy similares para ambos.
Desde luego también nos ha pasado otra muy buena: quedarnos uno de los dos sin batería en medio de una ruta por fiarnos y no haber cargado la batería antes de salir y apurarla. Error. No os confiéis y más si no sabéis lo que se puede complicar la salida. En esa situación, quitamos la batería de la bicicleta que se quedó sin y la pusimos en la mochila del otro. No es lo mismo mover 27kg de peso que 17kg. Por cierto, ya no nos ha vuelto a suceder…

4. «Para nada tienes la sensación de ir en bicicleta, parece que vas en Vespino».
Pues no, no lleva en el puño un acelerador. Trabajas en tanto en cuanto tu quieres trabajar. Asiste, sí claro que asiste pero requiere de tu pedaleo para funcionar. Algunos puristas dicen que se pierde la sensación de pedaleo de siempre. Sí y no. A veces se echa de menos, pero en cuanto te acostumbras, ya no importa. Está claro que si quisieras un ciclomotor no te plantearía comprar una bicicleta, es así de sencillo. Habrá momentos que necesites un pequeño boost y puede dártelo, pero reitero hay que pedalear.
Por cierto, aunque no llevemos una bici convencional, contamos con categoría de EBIKE en cualquier cicloturista o carrera a la que que quieras apuntarte, así que parece que va en serio.
Esperamos haberte ayudado a desmitificar estos 4 tópicos de las bicicletas eléctricas que a modo de sentencia seguro en algún momento, alguien ha tenido a bien comentaros al oír esa locura de comprar una nueva bici y encima ELÉCTRICA!!
Próximamente te daremos todos los síes del mundo para que lo hagas, así que…. hasta la próxima!
